Sólo cuando no escucho el silencio mi corazón se pone lento, se le va un poco la vida. Entonces el día es gris y el mar se aleja. Luego me doy cuenta que la lluvia de mis ojos me esconde en un rincón pequ
eño de mi alma, me convierto en un secreto, en una duda que ni siquiera yo puedo rebelar. Entre hilos y telas, entre cadáveres de voces. Entre tú y el sonido de la nada.
Gran talento
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