lunes, 9 de abril de 2012

Lo bello no es suficiente

Busco unas palabras ajenas que reflejen el sonido de mis pensamientos y me encuentro de repente entre redes, nebulosas y telarañas de redes; pensando en abismos.
Sufro mi locura, la canto, la grito, la pierdo y la lloro, la duermo y me asfixia, es la sed insaciable.
Puertas, muchas puertas las que me han separado de mi demencia, a veces disfruto el no estar... luego un escalofrío me recorre desde las sienes y me enreda de nuevo en el viaje interno, lleno de abismos y de cumbres, de cicatrices y sonrisas de viento.
Me absorben espirales de recuerdos y soy escupida por el reptil de mis isquiones. Voy jugando, me derrito en mis sueños ¡he vuelto a mover los brazos cual alitas! la manía que no desaparece.
Y que dolorosos son éstos atardeceres, viendo la música infinita, observando otra vez el ir y venir de la luz en las sombras. Y todo éste silencio, desgarrando mi pecho ¿para qué?
Olvidar tanto, ¿cómo lo han logrado?

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