Vivimos así
en habitaciones contiguas
presas de la ansiedad
desbocados de nuestros nombres...
Así, pues qué
nos vamos a la cama
ensoñando
despertar en otro espejo
¡Axá!
que los gozos disolubles:
el amor y la morfina
nos libren de todo mal.
Hasta no ser despojados del sueño por la seca realización de la insignificancia de lo urbano
ResponderEliminarQue las prisas más escandalosas no se escuchan en el corazón del sol
Que los cuerpos añorados polvo eran y polvo son, y con el viento se irán
Desde que hay hombre se esconde la paz, por miedo a ser popular