viernes, 22 de junio de 2012

Espacios espesos

Quiero milonga
amanecer en el golfo
arena en los ojos
andar salada en el día, en la noche, en los sueños
estar lejos de las tensiones de lo cotidiano
volar, planear y aterrizar en un árbol de mangos
un árbol de mangos de almohada
y la luna de mapa.
Luego vas tu con tu querer, queriendo sueños rojos de sangre solar
y luego yo con mi querer, que no es más que un beso que me llegue hasta los huesos;
concluir en el mar, saberme mar,
contar con una aleta uniforme 
un azul uniforme,
estabilizarme en el inmenso espesor, hasta no saber dónde termina mi cuerpo;
hasta olvidarme de mi cuerpo.
Saborear el silencio
el sentido perdido
un gris tan sobrio, tan blanco y musical, sin brillo, matizado, un gris tan seco y blando y negro, un gris tan lejos y tan nada, éste gris sin luna y tan dentro de todo. El gris extraño, sin sexo, sin sueño, tan arriba y sin tormentos
un gris tan gris, sin ritmo, amorfo, grosero y todo menos silencio...
y todo menos gris.

Confundida es mi bandera

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